Es la hora de la Divina Misericordia

Durante este año del Jubileo de la Misericordia, ofrecemos estas cápsulas para reflexionar sobre la grandeza del amor misericordioso del Señor.

Mi infinita misericordia

"Con las almas que recurran a mi misericordia y con las almas que glorifiquen y proclamen mi gran misericordia a los demás, en la hora de la muerte me comportaré según mi infinita misericordia" (Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 379).

Jesús, en ti confío

"Cuando agonizaba en la cruz, no pensaba en mí, sino en los pobres pecadores, y rogaba al Padre por ellos". "Mi mirada en esta imagen es igual a mi mirada en la cruz". «Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la fuente de la misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: "Jesús, en Ti confío"». (Diario de Sta. Faustina Kowalska, nn. 324, 326 y 327)

Cuánto amo a las almas

"Invita a las almas con las cuales estás en contacto a confiar en mi misericordia infinita. Oh, cuánto amo a las almas que se me han confiado totalmente, haré todo por ellas" (Diario de santa Faustina Kowalska, nº294).

 

Un milagro de la Divina Misericordia

"Aun si un alma estuviese en descomposición como un cadáver y, humanamente, sin ninguna posibilidad de resurrección y todo estuviera perdido, no sería así para Dios: un milagro de la Divina Misericordia resucitaría esta alma en toda su plenitud. ¡Infelices los que no aprovechan de este milagro de la Misericordia Divina! ¡Lo invocarán, en vano, cuando sea demasiado tarde!" (Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 1448).

Me queman las llamas de la misercordia

"Deseo que los sacerdotes proclamen esta gran misericordia que tengo por las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a mí. Me queman las llamas de la misericordia, deseo derramarla sobre las almas humanas" (Diario de Santa Faustina, nº 50).

Habla de mi gran misericordia

"Oh, si los pecadores conocieran mi misericordia, no perecería un número tan grande de ellos. Di a las almas pecadoras que no tengan miedo de acercarse a mí, habla de mi gran misericordia" (Diario de Santa Faustina, 1396).

Manantial Desbordante

"Mi corazón está colmado de gran misericordia por las almas y, sobre todo, por los pobres pecadores. Oh, si pudieran comprender que yo soy para ellos el mejor de los padres, que para ellos han brotado de mi corazón sangre y agua como de un manantial desbordante de misericordia, que para ellos vivo en el tabernáculo y que, como rey de misericordia, deseo colmar a las almas de gracias... Pero no quieren aceptarlas. Ve tú, por lo menos, lo más seguido posible a tomar las gracias que ellos no quieren aceptar y, con esto, consolarás mi corazón..." (Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 367).

La tristeza de Jesús

 

"Has de saber, hija mía, que cuando llego a un corazón humano en la santa comunión, tengo las manos llenas de toda clase de gracias y deseo dárselas al alma, pero las almas ni siquiera me prestan atención. Me dejan solo y se ocupan de otras cosas. Oh, qué triste es para mí que las almas no reconozcan el amor. Me tratan como a una cosa muerta" (Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 1385).

He abierto para ti una fuente de misericordia

"Mi misericordia es más grande que tus miserias y que aquellas del mundo entero. ¿Quién ha medido mi bondad? Por ti he bajado del cielo a la tierra, por ti me he dejado poner en la Cruz, por ti he permitido que fuera abierto con una lanza mi Sagrado Corazón y he abierto para ti una fuente de misericordia" (Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 1485).

La gloria más grande

"A aquellos que proclamarán mi gran misericordia, yo mismo los defenderé en la hora de la muerte. Aunque los pecados de las almas fuesen negros como la noche, cuando un pecador se dirige a mi misericordia, me rinde la gloria más grande y es un honor para mi pasión. Cuando un alma exalta mi bondad, entonces Satanás tiembla y huye a lo más profundo del infierno" (Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 378).

Que aprovechen la sangre y el agua que brotaron para ellos

"Oh, qué enorme caudal de gracias derramaré sobre las almas que recen esta coronilla: las entrañas de mi misericordia se enternecen por aquellos que rezan la coronilla. Anota estas palabras, hija mía, habla al mundo de mi misericordia. Que toda la humanidad conozca mi insondable misericordia. Es la señal de los últimos tiempos; después de ella vendrá el día de la justicia. Mientras todavía queda tiempo, que acudan al manantial de mi misericordia; que aprovechen la sangre y el agua que brotaron para ellos" (Diario de Santa Faustina, nº 848).

Habla al mundo de mi misericordia

"¡Oh, qué enorme caudal de gracias derramaré sobre las almas que recen esta coronilla! Las entrañas de mi misericordia se enternecen por aquellos que rezan la coronilla. Anota estas palabras, hija mía, habla al mundo de mi misericordia. Que toda la humanidad conozca mi insondable misericordia" (Diario de Santa Faustina, nº 848).

Deseo que todo el mundo conozca mi Misericordia

"Reza incesantemente este rosario que te he enseñado. Todo aquel que lo rece se hará acreedor de la Misericordia en la hora de la muerte... Los sacerdotes lo recomendarán a los pecadores como última tabla de salvación. Hasta el pecador mas empedernido, si lo reza una vez tan solo, recibirá la gracia de mi Misericordia infinita. Deseo que todo el mundo conozca mi Misericordia. Quiero conceder gracias inauditas a aquellos que confíen en mi Misericordia" (Diario de Santa Faustina, nº 687).

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