Contemplad a María: Envió Dios a su Hijo, nacido de mujer
En esta reflexión, Abelardo de Armas dice que es en el Corazón de la Virgen donde está el molde donde tengo que formarme para ser como Jesús.
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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