«No es una virtud de obediencia forzada, es una virtud de obediencia por amor».
«El proceso de condena de Juana fue muy duro para ella[…] no podía comprender por qué estaba ante un tribunal eclesiástico ».
«Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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