Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica

La Encarnación (Parte I) -Cápsula del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica

Cápsula del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica
n.85-93

¿Por qué el Hijo de Dios se hizo hombre?

El Hijo de Dios se encarnó en el seno de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, por nosotros los hombres y por nuestra salvación: es decir, para reconciliarnos a nosotros pecadores con Dios, darnos a conocer su amor infinito, ser nuestro modelo de santidad y hacernos «partícipes de la naturaleza divina»

¿Qué significa Señor?

Cápsula del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.84

En la Biblia, el título de «Señor» designa ordinariamente al Dios soberano. Jesús se lo atribuye a sí mismo, y revela su soberanía divina mediante su poder sobre la naturaleza, sobre los demonios, sobre el pecado y sobre la muerte, y sobre todo con su Resurrección. Las primeras confesiones de fe cristiana proclaman que el poder, el honor y la gloria que se deben a Dios Padre se le deben también a Jesús: Dios «le ha dado el nombre sobre todo nombre» (Flp 2, 9). Él es el Señor del mundo y de la historia, el único a quien el hombre debe someter de modo absoluto su propia libertad personal.

¿Qué significa Cristo?

Cápsula del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.82

«Cristo», en griego, y «Mesías», en hebreo, significan «ungido». Jesús es el Cristo porque ha sido consagrado por Dios, ungido por el Espíritu Santo para la misión redentora. Él es el Mesías esperado por Israel y enviado al mundo por el Padre. Jesús ha aceptado el título de Mesías, precisando, sin embargo, su sentido: «bajado del cielo» (Jn 3, 13), crucificado y después resucitado, Él es el siervo sufriente «que da su vida en rescate por muchos» (Mt 20, 28). Del nombre de Cristo nos viene el nombre de cristianos.

La caída

http://www.hogardelamadre.org Cápsula del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.73-78 El hombre, tentado por el diablo, dejó apagarse en su corazón la confianza hacia su Creador y, desobedeciéndole, quiso «ser como Dios» (Gn 3, 5), sin Dios, y no según Dios. Así Adán y Eva perdieron inmediatamente, para sí y para todos sus descendientes, la gracia de la santidad y de la justicia originales.

El nombre de Jesús

Cápsula del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica

n.81

La creación

Cápsula de Comendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.59-62

¿El mal?

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.57. Si Dios es todopoderoso y providente ¿por qué entonces existe el mal? Al interrogante, tan doloroso como misterioso, sobre la existencia del mal solamente se puede dar respuesta desde el conjunto de la fe cristiana. Dios no es, en modo alguno, ni directa ni indirectamente, la causa del mal. Él ilumina el misterio del mal en su Hijo Jesucristo, que ha muerto y ha resucitado para vencer el gran mal moral, que es el pecado de los hombres y que es la raíz de los restantes males.

La Santísima Trinidad

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.44-49

¿Cuál es el misterio central de la fe y de la vida cristiana?

Vivir agradecidos

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.43.

¿Qué consecuencias tiene creer en un solo Dios?

Creer en Dios, el Único, comporta: conocer su grandeza y majestad; vivir en acción de gracias; confiar siempre en Él, incluso en la adversidad; reconocer la unidad y la verdadera dignidad de todos los hombres, creados a imagen de Dios; usar rectamente de las cosas creadas por Él.

Yo creo

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.33.

¿Qué son los símbolos de la fe?

Dios se revela

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n. 6-9

¿Qué revela Dios al hombre?

El deseo de Dios

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.2.

¿Por qué late en el hombre el deseo de Dios?

Dios mismo, al crear al hombre a su propia imagen, inscribió en el corazón de éste el deseo de verlo. Aunque el hombre a menudo ignore tal deseo, Dios no cesa de atraerlo hacia sí, para que viva y encuentre en Él aquella plenitud de verdad y felicidad a la que aspira sin descanso. En consecuencia, el hombre, por naturaleza y vocación, es un ser esencialmente religioso, capaz de entrar en comunión con Dios. Esta íntima y vital relación con Dios otorga al hombre su dignidad fundamental.

Fe y razón

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n. 3-5

Los vicios

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.397.

¿Cómo prolifera en nosotros el pecado?

El pecado prolifera en nosotros pues uno lleva a otro, y su repetición genera el vicio.

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.398.

¿Qué son los vicios?

Los vicios, como contrarios a las virtudes, son hábitos perversos que oscurecen la conciencia e inclinan al mal. Los vicios pueden ser referidos a los siete pecados llamados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.

Pecado mortal y venial

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica

n.394. ¿Cómo se distinguen los pecados en cuanto a la gravedad?

n.395. ¿Cuándo se comete un pecado mortal?

n.396. ¿Cuándo se comete un pecado venial?

Diversidad de pecado

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.393.

¿Hay diversidad de pecados?

La variedad de los pecados es grande. Pueden distinguirse según su objeto o según las virtudes o los mandamientos a los que se oponen. Pueden referirse directamente a Dios, al prójimo o a nosotros mismos. Se los puede también distinguir en pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión.

El pecado

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica n.392.

¿Qué es el pecado?

El pecado es «una palabra, un acto o un deseo contrarios a la Ley eterna» (San Agustín). Es una ofensa a Dios, a quien desobedecemos en vez de responder a su amor. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Cristo, en su Pasión, revela plenamente la gravedad del pecado y lo vence con su misericordia.

Documentales

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