Los sueños de S. Juan Bosco: La Inocencia (Segunda parte)
¡Oh, si los jóvenes conocieran qué precioso tesoro es la inocencia, ¡Cómo cuidarían desde el principio de su vida celosamente la estola del santo bautismo! Mas, por el contrario, no reflexionan, no piensan lo que quiere decir mancillarla.