Los sueños de San Juan Bosco: Las misiones salesianas en América Meridional (Primera Parte)
Un joven sacerdote, parecido a nuestro Don Pavía, pero que no lo era, con aire afable, palabra cortés y de cándido aspecto y de encarnadura de niño, se acercó a mí y me dijo: —He aquí las almas y los países destinados a los hijos de San Francisco de Sales. Yo estaba maravillado al ver la inmensa multitud que se había concentrado allá en un momento, desapareciendo seguidamente sin que se distinguiese apenas en la lejanía la dirección que había tomado.