De la pornografía a la zoología

HM Televisión te ofrece una nueva edición de Cambio de Agujas: Mike Harden: Mike Harden, procedente de Jacksonville, Florida, en los Estados Unidos. Víctima de la pornografía desde la infancia, nos cuenta el terrible drama que esta adición supuso para él, volviéndole incapaz de amar verdaderamente a nadie hasta que el Señor le curó de esa dependencia tan destructiva.

La gran cantidad de consumidores de pornografía en la época actual es un claro exponente del  grado de degradación a la que ha llegado el ser humano: en el momento presente, los sujetos ya no orientan sus  acciones  motivados por el amor a Dios, la ley moral, la razón, la voluntad, y ni siquiera por el sentimiento, sino que actualmente hay una gran cantidad de individuos animalizados que degradan su ser viviendo a merced de los antojos del instinto. Ya estamos en el nivel más bajo en el que se puede caer. Y el hombre posmoderno, en pleno siglo XXI, renunciando al progreso, retrocede a un estado de irracionalidad que más le asemeja a un mono que a una persona humana.

 

¿Pero cómo se ha llegado a este estado actual?

Se ha fomentado el placer como principio de la felicidad, generando una sociedad que consume placeres sin cuento, también el sexual, que la ha conducido a un estado de neurosis colectiva en un búsqueda insaciable de nuevas experiencias que se ven abocadas al fracaso porque el placer está dentro del ámbito instintivo, es un goce sensitivo, mientras que la felicidad es un goce espiritual que pertenece al ámbito espiritual. Por eso, de ningún modo el placer y los instintos pueden ser medios para conseguir la felicidad que se pretende.

Se ha ridiculizado, a través de numerosísimos medios, a los que dominan su instinto sexual para ponerlo al servicio de un amor verdadero, llamándoles reprimidos sexuales. Pero no se trata de reprimir sino de  elevar, y eso es lo propiamente humano: el dominio de los componentes del nivel inferior por los del nivel superior.

Detrás de todo esto hay un mercado manejado por los «pornócratas» de turno que han hecho del sexo un producto de consumo y que, como buitres, se alimentan de la carroña del hombre que ellos mismos han envilecido y asesinado en su ser.

 

¿Y las consecuencias?

- Incapacidad para el amor: El que consume pornografía se acostumbra a ver al otro como un objeto de placer para su satisfacción. No ama solo usa. Normalmente llevan al fracaso la relación matrimonial porque pierden todo respeto por el conyugue al que solo ven como un producto de usar y tirar. El que vive sometido por este vicio se verá abocado a la inmadurez como persona humana, ya que se verá incapacitado para hacer uso de aquello que le construye como persona: la capacidad de amar.

- El bestialismo: Porque el no dominarse es lo característico del animal. El animal sigue invariablemente el más fuerte de los instintos, hace solo lo que le apetece. No piensa. Y de un hombre así de envilecido, cabe esperar cualquier barbaridad. Se constituye por lo tanto en un peligro social.

- Aumento de violaciones y de consumo de prostitución, incluso infantil, por maniacos sexuales que, obsesionados por la propaganda pornográfica, cometen todo tipo de aberraciones.  

- Pérdida de la libertad y de la independencia, ya que estas personas están totalmente esclavizadas y encadenadas por el vicio de la impureza y son manipulables por aquellos que les facilitan el dar rienda suelta a su perversión.

 

¿Hay solución?

Claro que la hay, pero ¿realmente queremos dar solución a este problema que está destruyendo la vida de niños, adolescentes, jovenes y matrimonios?

Algo que se puede hacer es educar en el valor de la virtud de la castidad y en el pudor, que es uno de los aspectos de esta. Si la castidad, movida por la caridad, orienta al bien el impulso sexual humano tanto en sus expresiones corporales como afectivas, el pudor ordena las miradas, vestido,  gestos, conversaciones, etc… que pueden estar en relación con ese impulso sexual.

Tener pudor no es una ñoñería, es algo esencialmente humano y constituye una defensa de la propia intimidad que debe ser custodiada frente a los deseos que otros puedan tener de utilización y cosificación de nuestro ser. La pornografía supone una negación de todo esto.

Junto a la educación de estos aspectos, habría que señalar y facilitar los medios naturales y sobrenaturales que pueden ayudar al ser humano a vivir en el pudor y la castidad, para que esta sea orientada hacia un amor verdadero.

 

Para que pienses:

- ¿Qué ventajas se derivan tanto para la sociedad como para el individuo de la educación en la castidad?

 

- Además de las consecuencias señaladas anteriormente, ¿se te ocurren otros males provocados por el consumo de la pornografía?

 

- ¿Piensas que la pornografía es una adicción?

 

- ¿Cuáles son los medios por los que niños y jóvenes acceden a material pornográfico?

 

- ¿Conoces alguna asociación dedicada a ayudar a salir de la pornografía?

 

- ¿Cómo se puede luchar a nivel cívico contra la pornografía?

 

Documentales

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