Teo cuenta su discusión con un chico que no cree que la Virgen se aparece. Se pregunta por qué María no hace una aparición grande para que todos la vean.

Teo se queja de que no hay nada escrito sobre la vida de María, y el padre le ayuda explicándole las citas de la Biblia sobre ella.

Teo prepara una catequesis con citas de la Biblia referidas a la Virgen, y el padre Rafael le va explicando cada una.

Teo se queda impresionado de la frase de Sta. Teresita: "Cuánto me hubiera gustado ser sacerdote, para predicar sobre la Santísima Virgen".

Teo se compadece con su amiga Marta, que está muy enfadada, porque parece que su padre trata a su perro mejor que a ella.

Teo describe al Padre por qué su madre, una mujer sensata, dio a su hermana adolescente tres espejos como regalo de cumpleaños.

Teo está confundido al ver que la madre de su amigo Quique, que antes era muy amable, ahora se enfada enseguida. El padre le hace entender cómo la crisis afecta a la gente.

El P. Rafael compara a un bombero o un médico, cada uno preparado para cumplir con su tarea, a un hombre de Dios, y lo que este necesita para “toda obra buena”.

El P. Rafael se entristece al ver que un chico no quiere seguir a Cristo. Teo, para animarlo, le cuenta la historia de un misionero y un herrero alejado de Dios.

¿Si el hombre es el ser más valioso para Dios, por qué tantos sufren y mueren? El Padre responde a Teo acerca del plan original sobre el hombre.

Del relato del Génesis. El Padre da la tarea a Teo de copiar cuatro verdades que son importantes para nuestra fe.

Teo hace preguntas sobre el perdón al padre Rafael, que le cuenta la historia de dos sacerdotes que pasaron de ser rivales a ser buenos compañeros.

A Teo le sorprende comprobar que su felicidad aumenta en la medida en que se esfuerza por ser mejor. El P. Rafael le explica algunas reglas para vivir bien la caridad.

Teo cuenta por qué su hermana quiere ser monja… para ser la superiora y mandar. El Padre le explica cómo la que manda tiene que ser la primera en servir.

El P. Rafael y Teo nos hablan sobre el juicio final, cuando Jesús separará a los justos de los injustos. Nada en nuestra vida que hagamos o dejemos de hacer en el campo moral, en el bien o en el mal, quedará sin recompensa o sin castigo.

El padre Rafael le cuenta a Teo la historia de una mujer que guardaba tanto rencor que tenía una habitación dedicada a la venganza y le habla de este veneno que lo arruina todo.

El P. Rafael pregunta a Teo si ha sido paciente durante el día con su hermano Tolín. Teo le cuenta cómo la lectura de la historia de Job le ha dado ánimo para imitarlo y mirar al cielo.