Palabras de vida desde la misión: La incredulidad y el mandato misionero
- Sección: Meditaciones-homilías
- Categoría: Palabras de vida desde la misión
«Hay algo que nadie podrá apagar… ¡La alegría de Cristo resucitado!»
«Hay algo que nadie podrá apagar… ¡La alegría de Cristo resucitado!»
«Ahora nos toca a ti y a mí, ser apóstoles y encender la tierra entera»
«Hay algo que nadie podrá apagar… ¡La alegría de Cristo resucitado!»
«Busca tu momento, piensa que estás con Él y dale al play.»
«La cruz está inscrita en tu cuerpo glorioso.»
«Yo también quiero dar razones de tu vida a los demás, tratarte y conocerte.»
«Llorando de amor y de pena, ante el sepulcro vacío…»
«Desánimo, culpa... ¿Para qué madrugar? ¡Ha resucitado!»
«El paso de la muerte a la vida.»
<
«Con los labios pegados al madero de la cruz.»
«¡Cuanto vacío, soledad! Un día, me encontré con Jesús. Su mirada, la fuerza de sus palabras… Todo en mí cambió. ¡Nardo puro! todo lo que tengo. Te dejas querer, Jesús. ¡Te lo mereces todo!
«Para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados —entonces dice al paralítico—: “Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa”».
«-¡Qué grande! ¡Qué bonito! ¿Lo ves? -Pues no quedará piedra sobre piedra. Seréis perseguidos pero el que persevere conmigo, se salvará.»
«¡Estoy dispuesto a seguirte! Judas está raro, pero es uno de los nuestros. Algo se me escapa… ¿Una higuera? ¿Maldecida?»
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí a atormentarnos antes de tiempo?».
«Mirando al Crucificado no puedo dudar del amor del Padre.»
«¿Estoy deseando ver su Rostro y pasar de este mundo al Padre?»
«Te revelas ante nosotros, Jesús. ¿Te reconozco? ¿Está dispuesto mi corazón? ¿Estoy abierto al misterio?»
«Dios escapando del Templo ¡El mundo al revés! Decides huir. Oculto en pan y vino, yo con ganas de figurar, de imponer…»
«¿Cómo podemos permanecer en tu palabra? ¿Cómo podemos ser discípulos y conocer la verdad para ser libres? Levantando el corazón, muchas veces y pidiendo perdón.»
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.