Compartiendo a Jesucristo: La plenitud de la ley
- Sección: Meditaciones-homilías
- Categoría: Compartiendo a Jesucristo
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud».
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud».
«La gente comió hasta quedar saciada y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas».
¿Cómo no amar a un Dios que ha muerto y resucitado por amor a mí? Tenemos que amar al Señor y eso tiene que manifestarse en nuestras obras.
En esta homilía de «Palabras de vida desde la misión», el P. Christopher Hartley afirma que es una inmensa alegría saber que tengo un Dios que me acompaña, que me escucha, en el que puede descansar mi corazón. Cuando tengo una tribulación, mi corazón se inquieta hasta que oye su nombre en boca de Jesús y todo lo que antes era tristeza, se convierte en paz y alegría.
¡Es el Señor! Está vivo, está a tu lado, no te deja.
«Él, apartándolo de la gente, a solas, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo: Effetá (esto es, "ábrete")».
La Resurrección del Señor nos enseña que la muerte no tiene la última palabra, sino que estamos llamados a vivir con Cristo por toda la eternidad.
¿Creo que Cristo está vivo, que ha resucitado? ¿Es el centro de mi vida? En este programa de «Palabras de vida desde la misión», el P. Christopher Hartley subraya que si de verdad me creyera que Cristo está vivo, mi corazón estaría lleno de entusiasmo, de un fuego que, al igual que a los discípulos, me llevaría a recorrer las calles anunciando que es verdad que ha resucitado.
«“Deja que se sacien primero los hijos. No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos”. Pero ella replicó: “Señor, pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños”. Él le contestó: “Anda, vete, que por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija”».
¿Por qué lloras? ¿Por qué estás triste? ¡Alégrate, Cristo ha resucitado!
Cristo ha resucitado, ¡aleluya, aleluya!
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
«Todo está cumplido».
«Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea».
«Sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo».
«El Espíritu del Señor está sobre mí. Él me envió a llevar la Buena Noticia los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor».
«Seréis llevados por mi causa ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los paganos».
Allí donde está Dios, está la vida, está la santidad, está la salud, tanto del cuerpo como del alma. Esta es una de las ideas que subraya el P. Christopher Hartley en esta homilía de «Palabras de vida desde la misión», añadiendo que el verdadero cristiano es aquel que cree en la palabra de Jesús y se pone en camino en dirección a donde Él le marca.
Perdónales porque no saben lo que hacen.
En este podcast de «Palabras de vida desde la misión», el P. Christopher Hartley, comentando el Evangelio del paralítico curado en sábado, afirma que esta curación del cuerpo es solo una metáfora que enseña que lo verdaderamente importante para el Señor es la salud del alma, que Él, siendo todopoderoso, tiene capacidad para devolvérnosla si se lo pedimos.
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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