10 minutos con Jesús: Jesús te mira «misericordiándote»
- Sección: Meditaciones-homilías
- Categoría: 10 minutos con Jesús
La Cuaresma no es un fastidio, sino un regalo del Señor que nos ayuda a poner la mirada en lo que es realmente importante.
La Cuaresma no es un fastidio, sino un regalo del Señor que nos ayuda a poner la mirada en lo que es realmente importante.
Los apóstoles hacen presente en el mundo la misión de Cristo, que es combatir contra Satanás y hacer que los hombres y mujeres, adhiriéndose a Él, alcancen la vida eterna. Por eso, el P. Christopher Hartley, en esta reflexión de «Palabras de vida desde la misión», afirma que lo más importante que tenemos que procurar, es que los hombres lleguen al Cielo.
La Cuaresma no es un fastidio, sino un regalo del Señor que nos ayuda a poner la mirada en lo que es realmente importante.
En este programa de «Palabras de vida desde la misión», el P. Christopher Hartley afirma que igual que el Señor dejaba absortos a las gentes de su tiempo por las cosas que decía y hacía, y se creaba numerosos enemigos por decir la verdad, también nosotros si queremos ser santos, si queremos ser fieles a Cristo, no podemos asustarnos de que nos critiquen o nos odien por decir la verdad del Evangelio.
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
«Que lo que Tú quieras, yo lo quiera; que lo que Tú permitas, yo lo abrace».
Haciendo referencia al Evangelio en el que vemos a Jesús dormido en la barca, mientras que los apóstoles están aterrados por la tempestad, el P. Christopher Hartley, en esta homilía de «Palabras de vida desde la misión», explica que, cuando se alce la tempestad en nuestra vida, no tenemos que tener ningún miedo si tenemos a Cristo como centro de nuestra vida, ya que Él tiene el poder de decir: «¡cállate!», y todo se calmará.
O Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme.
«Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo, catorce».
Aunque muchas veces no nos damos cuenta, es a Jesús a quien buscamos en medio de nuestra vaciedad y Él está deseando hacerse presente en nuestras vidas, pero tenemos que acogerle.
«Id y anunciad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados. Y ¡bienaventurado el que no se escandalice de mí!».
Jesús nos ha dado su vida a través de los sacramentos porque quiere estar con nosotros y en nosotros.
¿Qué signos sensibles utilizas para transmitir tu amor a Dios?
Desde que nacimos a la fe por el Bautismo, todos quedamos iluminados, pero, ¿qué es lo que hemos hecho con esa luz? ¿Hemos dejado que el pecado la oscurezca o la hemos alimentado con la gracia y puesto bien alta para que pueda iluminar a otros? ¡Escucha al P. Christopher Hartley, en «Palabras de vida desde la misión»!
«Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue. ¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?».
Sin libertad no podemos amar.
¿Pertenezco a la familia de Jesús? Cuando tengo que organizar mi vida, ¿qué papel tiene Dios en mis decisiones? El P. Christopher Hartley, en este programa de «Palabras de vida desde la misión», afirma que solo aquellos que están verdaderamente dispuestos a vivir según la voluntad de Dios pueden establecer una relación personal con Jesucristo.
Ninguna circunstancia externa justifica nuestra falta de virtud.
«Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: “¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?”».
«Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos. ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que te fijes en él?»
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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